If I forget you, O Jerusalem, may my right hand cease to function. May my tongue cling to the roof of my mouth if I do not remember you, if I do not exalt Jerusalem as my greatest joy! (Psalm 137:5-6)
Stop the Biden administration from redividing Jerusalem and denying Israel’s sovereignty in her own capital.
The Biden Administration is pressuring Israel to accede to demands to open a new diplomatic office in Jerusalem representing the US to the Palestinian Authority. This is unprecedented. No nation has ever opened a diplomatic office to a third entity in the sovereign capital of another. By doing so, the US is calling for Israel to abandon its sovereignty over Jerusalem, which even US law recognizes.
This also sets a dangerous precedent in the international community, that Jerusalem is not only not Israel’s sovereign capital, but that it is open to others setting up their own diplomatic missions to the Palestinian Authority. As much as it might be cloaked in the idea of a “two-state solution” to the ongoing conflict, it would do nothing toward the goal of bringing peace. In fact, the very notion would serve to embolden the Palestinian Authority and other Palestinian Arab terror leaders that concessions can be achieved even without negotiation or recognition of Israel’s very legitimacy.
The idea of opening a diplomatic mission to the Palestinian Authority in central Jerusalem is dangerous, unprecedented, and contradicts both US law and international law. While we recognize that Israel has the right to say “no” to the demands, it is inappropriate and unproductive for the US to continue to pressure Israel to achieve this goal.
As Christians and Jews, we affirm the centrality of Jerusalem in our faith, and the centrality of Jerusalem for God. “Thus said the LORD of Hosts: I am very jealous for Zion, I am fiercely jealous for her. Thus said the LORD: I have returned to Zion, and I will dwell in Jerusalem. Jerusalem will be called the City of Faithfulness, and the mount of the LORD of Hosts the Holy Mount.” (Zechariah 8:2-3)
We call upon President Biden, Vice President Harris, and Secretary of State Blinken, to immediately abandon efforts to open a consulate to the Palestinian Authority in Jerusalem. If the US requires opening a diplomatic office to the Palestinian Authority, it should do so in Ramallah, the seat of the Palestinian Authority, alongside the diplomatic offices of dozens of other countries, but not in Israel’s eternal capital of Jerusalem.
Ah, Jerusalén, Jerusalén, si llegara yo a olvidarte, ¡que la mano derecha se me seque! Si de ti no me acordara,ni te pusiera por encima de mi propia alegría, ¡que la lengua se me pegue al paladar! (Salmos 137:5-6)
Impidamos que Biden vuelva a dividir Jerusalem y que niegue la soberanía de Israel en su propia capital.
El gobierno de Biden está presionando para que Israel acceda al pedido de abrir una nueva oficina diplomática en Jerusalem para que represente a los Estados Unidos ante la Autoridad Palestina. Este hecho no tiene precedentes. No hay nación que haya abierto jamás una oficina diplomática ante una tercera nación dentro de la capital soberana de otra nación. Si así lo hiciere, Estados Unidos estaría pidiendo que Israel abandone su soberanía sobre Jerusalem, que está reconocida hasta por la misma ley de los Estados Unidos.
Esto marca además un peligroso precedente en la comunidad internacional, en el sentido de que Jerusalem no solamente no sería la capital soberana de Israel sino que permitiría que otros países establezcan allí sus propias misiones diplomáticas ante la Autoridad Palestina. Por mucho que se intente disfrazar el tema proponiendo una “solución de los dos estados” ante el conflicto continuo de la región, no serían estas las acciones que colaboren en el objetivo de alcanzar la paz. De hecho, solo serviría para envalentonar a la Autoridad Palestina y a otros líderes del terrorismo árabe-palestino respecto de que se puede fácilmente obtener concesiones sin negociar siquiera ni reconocer la propia
legitimidad de Israel.
La idea de abrir una oficina en el centro de Jerusalem para una misión diplomática ante la Autoridad Palestina es peligrosa, no tiene precedentes y contradice tanto la ley de Estados Unidos como el derecho internacional. Si bien reconocemos que Israel tiene todo el derecho de decir “no” a este pedido, resulta inapropiado y nada productivo que Estados Unidos continúe ejerciendo presión para que Israel acceda a semejante pedido.
Como cristianos y judíos, afirmamos la centralidad de Jerusalem en nuestra fe y la centralidad de Jerusalem para Dios. «Así dice el Señor Todopoderoso: “Siento grandes celos por Sión. Son tantos mis celos por ella que me llenan de furia”. 3 »Así dice el Señor: »“Regresaré a Sión, y habitaré en Jerusalén. Y Jerusalén será conocida como la Ciudad de la Verdad, y el monte del Señor Todopoderoso como el Monte de la Santidad”. (Zacarías 8:2-3)
Solicitamos al Presidente Biden, al Vice Presidente Harris y al Secretario de Estado Blinken que abandonen de inmediato las acciones para abrir un consulado ante la Autoridad Palestina en Jerusalem. Si Estados Unidos necesita abrir una oficina diplomática ante la Autoridad Palestina en Jerusalem, deberá hacerlo en Ramallah, la sede de la Autoridad Palestina, junto a las oficinas diplomáticas de decenas de otros países, pero nunca en la capital eterna que es Jerusalem.